Add parallel Print Page Options

Esta ley se establece porque estas naciones no te ayudaron con alimento y agua cuando saliste de Egipto. Al contrario, trataron de maldecirte, para lo cual contrataron a Balán el hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia. Pero el Señor tu Dios no oyó a Balán, sino que convirtió en bendición la maldición concebida contra ti porque el Señor tu Dios te ama. Mientras vivas no debes ayudar jamás al amonita o al moabita de ninguna manera.

Read full chapter